¿Cómo soltar a mi ex? El duelo y mis relaciones interpersonales

Cuando uno pierde a su pareja, ya sea por muerte o porque se ha producido una separación, sin duda, la ausencia de esta persona que durante cierto tiempo le ha proporcionado una estructura y un propósito a su vida, puede desencadenar esa sensación de vacío interior.  Estas situaciones solo actúan como desencadenantes, porque el sentimiento de vacío no se debe exclusivamente a la perdida si no que se relaciona mas con el “yo”.

Vivir este vacío, nos hace perder el contacto con nosotros mismos. Es como si poco a poco nos fuéramos desconectando de nosotros mismos y comenzáramos a ver pasar la vida sin ningún interés, como si fuéramos espectadores de una obra que carece sentido.  Y esto sucede porque cuando todavía teníamos a esta persona con nosotros, nos manteníamos enfocados en ella, y esto no nos permitía prestarnos atención a lo que sucede dentro de nosotros. Esto nos genera entonces un estado de frustración existencial provocado por metas y anhelos que no logramos.

Este vacío nos implica entonces un problema de auto-aceptación, se puede experimentar un estado de frustración existencial y una incapacidad para encontrar nuevos sentidos que nos permitan reencauzar nuestras vidas.  Al vivir alguno de estos estados, nos vamos aferrando muchas veces mas y mas al recuerdo de esta pareja, y llegamos a pensar que hubiera pasado de no haberlo perdido.

La ausencia de la pareja provoca en muchas situaciones el sufrimiento.  Muchas personas creen qué al perder un amor, es sinónimo de no valer nada en la vida.

Es necesario entender que aferrarnos al recuerdo de la presencia de nuestra pareja, lo único que hace es complicarnos la existencia. Hemos de partir de la realidad o el hecho de que nuestra pareja ya no está y es compromiso propio que se considere tener un plan para la vida. Debemos de poder continuar con nuestro proyecto de vida. Retomar nuestras metas, nuestros sueños, nuestro camino, porque la ausencia de una persona en nuestra vida, puede generarnos también esa inquietud ante el hecho de aceptar que hemos de descubrir el nuevo yo que resurge en nosotros.  Hoy que la pareja ya no está, hemos de estar conscientes de que debemos cerrar ese ciclo.  Hay que empezar por aceptar:

  • Que lo que se está viviendo si es una realidad
  • Saber que pasará mucho tiempo en que nos descubramos pensando en esta persona.
  • Querer pensar que lo vivido fue todo malo.
  • Querer hacer como un “reset” en la mente y pensar que hemos de ¡empezar de cero!
  • Debemos observar quien fuimos dentro de esta relación y descubrir los aspectos que desconocíamos de nosotros mismos.
  • Entender la evolución que se da dentro de nosotros mismos.
  • Volver a despertar los sentimientos positivos que nos generó esta relación.
  • Agradecer lo que si vivimos y lo que recibimos.
  • Recordar con cariño al “ex”, sin resentimientos.
  • Fortalecernos a partir de esta relación y determinar que queremos para la próxima relación que empecemos.
  • Recordar para vivir, en lugar de olvidar para respirar.

Ahora que sabemos esto, ¿como podemos ahora sí, verdaderamente lograr soltar a nuestro ex?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Carrito de compra